Mi propuesta para el Concurso de Caricatura del BID

He dicho que cuando sea grande voy a dedicarme a hacer libros para niños. Es una remembranza de mis épocas infantiles cuando, en compañía de mi madre, descubrí el maravilloso mundo del dibujo. Ella había comenzado su carrera de Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia y la interrumpió para casarse con mi padre, supongo que yo hago parte de la continuación de esa carrera a través de la publicidad.

Ahora que ya no me siento un «muchacho» y que la presbicia ha comenzado a aparecer, creo que definitivamente me estoy volviendo grande, es decir, un poco viejo. Así que aproveché la excusa de este concurso del Banco Interamericano de Desarrollo para abrir el baúl de mi infancia, tomar un lápiz y un papel y comenzar a dibujar de un tema que me toca pues lo considero, junto con la corrupción, uno de los grandes líos de nuestra América Latina.

Siempre he creído que  la libertad de expresión, y dentro de ésta la caricatura, son un pilar fundamental de lo que llamamos la sociedad occidental y la sociedad liberal. Sin ella, no importa que tanto desarrollo económico haya, como el caso Chino, no habrá un Estado verdadero que estimule el desarrollo personal y social de sus ciudadanos y la burocracia, el tema de este concurso, es uno de esos lastres que termina por dejarnos siempre en la mitad del camino. Aquí están las imágenes.

Notas de mi viaje a Grecia

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Aprovechando mi estadía en Malta, decidí viajar en el mes de abril a conocer uno de mis destinos míticos: Grecia, la cuna del pensamiento occidental. A menos que quisiera hacer escala en Italia por un día, debía viajar en un vuelo directo de AirMalta que partía al final de la noche desde Malta hacía Atenas y aterrizaba cerca de las 2 de la mañana. De modo que tomé ese camino y arrivé al aeropuerto Eleftherios Venizelos sin tener la menor idea para hilar una frase completa en griego.

Llegando a Atenas a la media noche

Un bus te lleva al centro de Atenas, que está a uno 20 kilómetros del terminal aéreo, y te deja en la plaza Syntagma cerca del Palacio de Gobierno. De allí debía desplazarme al hostal cerca de la plaza Monastiraki a pie o en taxi. Como eran pasadas las tres de la mañana, decidí tomar un taxi que me dejó a una cuadra del hostal. Comencé a caminar y me sentí a la misma horas en la zona de Barbacoas en el centro de Medellín.

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Ya me habían advertido de la inseguridad en Atenas. Las casas viejas y abandonadas, con los vidrios rotos y los graffitis en las paredes me asustaron. Solo había un grupo de amigos (¿el combo de la cuadra?) comiendo en una tienda de la esquina. No habiendo más alternativa decidí preguntarles si sabían donde quedaba City Circus; si me iban a robar mejor que fuera de una vez. Ninguno sabía pero viendo la dirección me confirmaron que debía quedar en la cuadra siguiente, así que emprendí de nuevo camino hacia la boca del lobo.

Sin cama y sin desayuno

Efectivamente el hostal estaba a 50 metros y era el único edificio con las luces encendidas, fuera de una emisora local justo al frente. Toqué el timbre pero nadie abría. Luego de 5 minutos se asomó un chico estadounidense que me preguntó por mi reserva y me dijo que estaba programada para las once de la mañana. Le comenté, chapuceando mi inglés, que en Booking.com me habían confirmado que podía llegar de madrugada sin problema. Llamó al dueño, quien entre sueños le dijo que debía esperar hasta la siete que llegaba la administradora.

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Cansado de mi viaje, me recosté en un sofá de la sala del hostal tratando de captura alguna idea de la ráfaga de frases que mi interlocutor me comentaba de su viaje desde EEUU hasta Grecia y su deseo de visitar Colombia algún día. Efectivamente la administradora llegó a las siete a servir el desayuno y me confirmó que debía esperar hasta las diez u once para hacer el check in y que además no había desayuno para mi pues mi reserva era para el medio día. Molesto salí a buscar bocado y a encontrar mi primer contacto entretenido en Atenas.

Barequiando en Atenas

Llevaba una pequeña mochila, que usaba en mis clases de Estudios Políticos en Eafit, y un maletín de mi cámara fotográfica que no hacían fácil el desplazamiento. Tenía en mente comprar un morral grande y eso fue lo que encontré colgado en una de las tiendas cercanas a la plaza Monastiraki. Un anciano griego me atendió sin saber una palabra de inglés y yo sin saber una de griego, Le pedí un pequeño descuento anotando la cifra en mi smartphone y aceptó después de pensarlo un instante. Nunca olvidaré esta negociación sin palabras.

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Cerca de allí conseguí un sánduche para desayunar y regresé al hostal para bañarme y dormir un par de horas para luego salir a caminar por el centro de Atenas. Como el check in en el hotel se hizo tarde, debí reprogramar mi viaje a la isla de Parikia, que me había recomendado mi amigo Santiago Gallón, ya que no me quedaría un día completo para visitar Atenas, y debí reemplazarlo por un viaje express a tres islas griegas en un mismo día: Egina, Poros e Hydra.

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Hop on, hop off en ruinas

Al día siguiente, tomé el bus turístico para conocer los lugares emblemáticos de la capital griega. La Acrópolis, el teatro, el ágora, el Templo de Zeús y mi anhelado estadio de atletismo, que me conectaron con todo lo que había escuchado tantas veces en clases y entrenamientos. Agradecí por poder estar allí, en medio de las ruinas de lo que un día fue el origen de una parte de lo que hoy soy y lamenté también que la historia de la humanidad estuviera marcada por el despojo y la indolencia, representadas en el robo y la indiferencia con la que se fueron llevando más del 80% de los monumentos griegos hacia Francia e Inglaterra.

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Un café con las Ninfas

Luego de visitar las ruinas, me fuí a conseguir algunos souvenirs para mis amigos. No quería algo muy pesado ni que se quebrara, de modo que me dediqué a mirar camisetas. Al final de la calle caminaba con mi sonrisa cándida cuando se acercó un hombre, con un ojo completamente blanco y una verruga en la nariz, cual mítica pitonisa, a preguntarme la hora. It´s five o´clock, le dije. Where are you from?. Al escuchar que era colombiano, en perfecto español me comentó que había vivido en Colombia pues su esposa era de Pereira y que acababa de montar un café cerca de allí.

Estaba a veinte pasos. Me dirigí hacia allí con él y me pareció extraña la oscuridad del lugar y no encontrar una sola máquina para preparar café. Yo las conocía todas pues había tenido una pequeña tienda de café, que justo había acabado de cerrar justo antes de irme de viaje. Una mujer koreana atendía en la barra y me ofreció un trago, de nuevo en perfecto español. Le dije que sólo quería un jugo de naranja y me sirvió algo parecido a una Quatro en un vaso pequeño. Me senté y la exuberante rubia, de piernas tatuadas y minifalda que estaba en el tope de la barra, se sentó a mi lado mientras el chaval inglés que bebía cerveza, salía corriendo del lugar.

La rubia se sentó a mi lado y pasó su mano detrás de mi espalda mientras me pedía que la invitara a un coctel. La cosa no pintaba bien pero debo reconocer que tantos meses de ayuno me hicieron pensarlo. Le dije que no tenía dinero y que sólo podía invitarla a un “orange juice” como el que me estaba tomando. Después de insistir un poco más y ver que no cedía, me dio su mano izquierda, no la derecha habitual, diciéndome «goodbye». Luego miró al proxeneta que nos observaba desde el fondo del local. Supongo que significaba algo así como “no se pudo con este chichipato”. Pagué la gaseosa más cara de mi vida, €7, y regresé al hostal.

Maratón por las islas griegas y Atenas

Al día siguiente en el crucero por las islas griegas, entablé amistad con Alejandro Arce, un mexicano entrañable que trabaja para una compañía petrolera y que entre tema y tema me preguntó: ¿No te ha sucedido nada raro en estos días en Atenas? Le conté de mi experiencia sobre el café que termino en grill. ¡Entonces es una artimaña con los turistas! a mi me sucedió lo mismo, me dijo. Atento escuché su relato, bastante similar al mío pero en un lugar diferente de la capital griega. Ese día aprendí que viajar sólo exige cuidados especiales o “malicia indígena” que llaman y al parecer yo tengo poca.

Llegamos cinco minutos después de que el autobus hacía Delfos se fue. Alejandro y yo habíamos corrido toda la mañana con la idea de ir a visitar el mítico lugar del oráculo. El próximo bus salía en horas de la tarde y ya no había regreso hasta el otro día y yo debía regresar a Malta al final de la noche. De modo que emprendimos una maratónica carrera para conocer el Museo Arqueológico Nacional, el templo de Zeús, la columna de Aristóteles (uno de los pocos referentes filosofales que encontré) y el monte Licabeto, que con sus 227 metros es el punto más alto de la capital griega, con una vista envidiable.

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Los Minotauros en el Metro

Me despedí de mi amigo, regresé a City Circus donde me habían guardado el equipaje por €1, que no dejaron de cobrarme a pesar de los inconvenientes, y tomé el metro rumbo al Eleftherios Venizelos. En la mañana había comprado un tiquete más costoso pero que servía para todo el día, de modo que me subí confiado en compañía de mi maleta de 30 libras. Debió ser más o menos en la estación Nomismatokopio que leí un aviso en la pantalla de leds del vagón que advertía que para viajar al aeropuerto debía comprarse un tiquete especial con un mayor valor.

No me devolverían el valor del tiquete de un día y la idea de bajarme en una estación con mi caparazón de 15 kilos, a buscar una taquilla y tratar de explicar que necesitaba otro tiquete, no me sedujo. Además sentía que la tierra ateniense me debía algo por las molestias ocasionadas, así que relajé mi conciencia y decidí continuar en el tren esperando que nadie revisara los billetes. No había terminado de elaborar mi desjuicio moral, cuando se subieron dos miembros de la policía ateniense con chalecos antibalas y gafas oscuras a recorrer los vagones. De adelante hacia atrás comenzaron a caminar lentamente.

Yo esperaba que no notaran mi presencia a pesar de que mi maleta gritaba que era un turista e iba para el aeropuerto. Un pequeño bebé en su coche en medio del corredor, impidió que los policías pasaran a la parte de adelante del vagón, donde yo me encontraba y por fortuna, se bajaron en la siguiente estación de Karopi. Respiré aliviado cuando pisé el suelo del terminal aéreo y me senté a esperar a que llamaran a los pasajeros de AirMalta. De regreso, mientras sobrevolaba el Mar Mediterráneo, descubrí que Odiseo no era el único que había vivido una aventura en tierras helenas y mucho menos en enfrentarse a los dioses, las ninfas, las musas y los monstruos del alma humana. De mi alma humana.

Notas de mi viaje a Malta

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En este apartado de mi blog publicaré frecuentemente algunas reflexiones, anécdotas y curiosidades de mi periplo por la tierra de los malteses en el Mar Mediterráneo. Tal vez como una forma de establecer algunos mojones para mi memoria de largo plazo y tal vez como otra forma de hacer partícipes a mis amigos de esta interesante experiencia. Arranco de una vez.

Go away

Mi viaje comienza a las 10 de la mañana en Medellín y termina a las 10 de la noche en Malta. No porque dure sólo 12 horas, sino por el cambio horario y las esperas por conexiones en los diferentes aeropuertos. 8 horas esperando en Bogotá y 5 en Frankfurt más 14 horas de vuelo son 27 horas de viaje, para llegar a la tierra de los guerreros de la Batalla de Lepanto.

Lost in Frankfurt

Afortunadamente encontré en el vuelo a una alemana que estudiaba Relaciones Internacionales, similar a mi Geopolítica, en los Andes y hablaba español a la perfección. Sin embargo al bajarme del avión y llegar a inmigración debí valerme por mi cuenta. Poco inglés y nada de alemán. El aeropuerto de Frankfurt es uno de los más grandes de Europa, de hecho tiene pequeños trenes que te llevan de un lado a otro del aeropuerto.

Como la puerta de salida de mi vuelo a Malta no estaba confirmada desde Bogotá, debí buscarla al llegar. Después de 3 horas apareció B1 18:20 Malta Airlines. Me dirigí a B1 y no había nadie, me acosté a descansar entre los muebles de la sala de espera pero a las 18:20 seguía el mostrador de embarque sin operario. Volví a mirar en las pantallas y habían cambiado la puerta para B5 y ya estaban embarcando. Después de 5 horas de espera, por poco pierdo la conexión.

About Malta

Malta es una pequeña isla en el Mediterráneo justo bajo la isla italiana de Sicilia pero no pertenece a Italia, es un estado independiente perteneciente a la comunidad Schengen y que importa cerca de los 80% de los productos que consume, en consecuencia debe explotar al máximo sus recursos, entre ellos su historia e idioma. Mucho turista y mucho curso de inglés. Juegos en línea con bajos impuestos son también una de sus principales fuentes de ingresos. Extraño en una sociedad católica y conservadora que sólo hasta hace 3 años aprobó el divorcio legalmente.

Applauses on landing

De camino para Malta aterricé en Frankfurt, Alemania, un uno de los aeropuertos más grandes de Europa. Aplausos al terminar la maniobra de decolaje me hicieron preguntar por aquello de que somos los colombianos los que acostumbramos realizar este folclórico acto ¿habían muchos coterráneos en cabina? al menos no parecía, lo más curioso fue que la misma escena se repitió al llagar al aeropuerto maltés.

Cutting in line

Otra idea arraigada en nuestro imaginario es que los colombianos no respetamos los turnos y somos un ejemplo mundial de gente mal educada. Pues bien. Hoy debí ir a visitar las tiendas de GO y Vodafone, los únicos operadores móviles de Malta, y mientras hacía la fila en las tiendas, una pareja y una mujer en GO y un señor en Vodafone, no tuvieron problema en colarse al ver que no me movía con rapidez. La corrupción tampoco es de nuestra exclusiva potestad. Times of Malta me recibe con un escándalo de apropiación que estalla en Enemalta, la empresa de energía maltesa.

Popular lenguajes

La mayoría de mis compañeros de clase provienen de países pertenecientes a la antigua Unión Soviética donde, al parecer, cada territorio tiene su propio idioma. En República Checa se habla el checo y en Bulgaria el búlgaro. Total están incomunicados en términos lingüísticos con el resto del mundo. En ese sentido me siento afortunado de hablar español y de estar aprendiendo la lengua inglesa, que indudablemente tiene menos recovecos.

About empathy

Frans de Waal, uno de mis autores de cabecera, en su libro Age of Empathy habla sobre la empatía y la caridad como capacidades supremas de la conciencia para ponerse en el lugar del otro y hacer algo por mejorar su situación. En numerosas ocasiones he tenido la impresión de que en Colombia nos falta la empatía que otras culturas tienen pero por estos días tengo la impresión de que en Colombia nos falta la empatía que sólo algunos seres humanos tienen. Es decir, la empatía es un asunto particular, no general.

Varons of drougs

Es inevitable, la gente asocia Colombia con drogas y narcotráfico. Algunos lo comentan con vergüenza, otros con desvergüenza pero el significado está ahí. Hago de tripas corazón y trato de explicar que nuestra realidad es mucho más rica y compleja pero es dificil “that´s no totally real, Colombia now is different”. Una cultura mafiosa y facilista que dejó muchas secuelas afuera del país pero muchas más adentro.

Are you cannibals?

Las ideas que pueden tejerse en la mente de los habitantes del mundo están determinadas por unos pocos puntos de contacto con los medios de comunicación masivos. Las ideas que tienen mis compañeros de acerca de América del Sur se reducen a bosques y comunidades indígenas que practican la antropofagia. En cambio pueden reconocer fácilmente a la mayoría de cantantes y actores estadounidenses, quieren visitar su país y estudian con esfuerzo su idioma. Parece que los medios de comunicación son el principal ingrediente, además de las armas, para la receta del control de las civilizaciones del planeta.

Means of transport

Hoy fuí a visitar Valletta ubicada en el centro de Malta, es la capital donde su ubica la sede de gobierno. Debía tomar el bus número 12 en el que viajaba Jennifer, una colombiana que conocí ayer y que vive hace 9 meses en la isla después de enamorarse de un maltés. El bus en el que viajaba ella no me paró así que debí esperar 20 minutos a que llegara el siguiente.

Transmilenio era un dulce recuerdo al lado del número de personas que viajaban y el trato del conductor a los pasajeros no dejaba nada que envidiar al de los choferes de Medellín y Bogotá “Go back!, go back!” gritaba de pie mientras ordenaba a los pasajeros moverse hacia la parte trasera del bus con cara de pocos amigos. La empresa de transporte público acaba de ser estatizada disminuyendo su tarifa diaria de €2.5 a €1.5 y no sé si también su amabilidad.

A crazy island

Pero lo más increíble para mi ha sido descubrir que para las gentes de esta pequeña isla, que creo que perfectamente podría resolver la mayoría de sus asuntos de movilidad a partir de bicicletas o buses públicos, el automóvil privado tiene una gran importancia en términos de movilidad y estatus, al punto de que muchas familias tienen un coche para la semana y otro para los domingos. Sí, otro para los domingos. Preferiblemente un convertible deportivo. Con lo cual cada vez hay más carros y más embotellamientos, con el agravante de que no se puede crecer hacia la periferia.

Adapting me to Malta

A medida que pasan los días voy acostumbrándome al nuevo horario, al clima casi bogotano y a la forma de ser reservada de los malteses. Aunque realmente no se si ellos son reservados o nosotros, los colombianos, somos más festivos. Tal vez es más lo segundo que lo primero. Cada vez me resultan menos sorprendentes las cosas pero no dejo de extrañar la calidez de la gente del trópico.

Feminism and male chauvinism

Maritza es la madre de la familia que dirige la escuela de inglés donde estudio. Ella se encarga de que la comida y la ropa de todos esté lo mejor posible, mientras Charles y Karl, el padre y el hijo, se encargan de las labores administrativas. Hoy mientras caminábamos por la rivera de la bahía, mis compañeros de Libia y Hungría no tenían problema en pasarle sus cosa a María, una nueva estudiante española, para que las cargase en su bolso.

Iliana does not speak English

«Thank you very much», le dije luego de que organizó mi habitación. Está atenta todas las mañanas desde las 6:30 de que la School Residence esté limpia y organizada, sin embargo me dio la impresión de que no entendía bien lo que le decía. Pensé que era mi inglés, ayer supe que no lo es. La gente de bajos recuerdos no recibía clases de inglés hasta hace pocos años en Malta y solo hablaban maltés y algo de italiano.

Hoy está cambiando gracias al turismo y en las escuelas públicas se ofrecen cursos del idioma para que toda la población hable también inglés pero recordé con tristeza a Santiago de Chile donde las clases altas algunas veces hablan en francés para dejar por fuera a los miembros de otras castas. Una muestra de que la discriminación nos persigue por todas las latitudes como especie egoísta y jerárquica. No podemos generalizar totalmente. Estaré atento al tema en mis otros viajes.

Eurocentrism

Muchas veces he escuchado que Europa es un punto de referencia en variadas temáticas sociales y culturales de nuestro país. Gobierno, seguridad, transporte y economía son algunos de los temas más recomendados para emular. Y estando aquí no sé si es una idea nuestra o una idea de ellos. Como si siguiéramos queriendo parecernos a otros a los que no somos. Por supuesto que hay cosas maravillosas aquí pero también las tenemos allá.

Creo que la conquista europea a sangre y fuego, peor que el Holocausto judío, nos dejó muchos muertos y dolores, pero sobre todo nos dejó sin muchos recuerdos e historias. Borradas para siempre bajo las nuevas acrópolis ameroeuropeas. Europa se siente orgullosa de su historia pero la nuestra fue borrada y saqueada por algunos de ellos. No se trata de revivir a los Incas o a los Mayas con sentimientos y resentimientos precolombinos sino de mirarnos como somos y reconocernos como americanos, como latinoamericanos.

My place is the world

Pero este no es un problema exclusivamente europeo. También me he encontrado con compatriotas que al hablar de Colombia toman como único punto de referencia su ciudad. Así por ejemplo afirman que en Colombia todos los jóvenes estudian inglés, cuando en realidad solo en su ciudad los estudiantes tienen esa importante posibilidad.

Cuando le cuento a mi compañera de otro país iberoamericano que vivo en una finca pequeña en Colombia ella me dice que debo estar equivocado pues una finca es por definición algo grande en su tierra y en todo el mundo. De modo que yo debo vivir en una casa campestre. Su punto de referencia es su lugar de origen y a partir de allí saca sus conclusiones. Yo vivo en una pequeña aldea de este planeta llamada Medellín y entre más conozco menos estoy seguro de lo que sé.

The stupid way of the double sense

El doble sentido en las afirmaciones es algo que los seres humanos comenzamos a entender cuando pasamos del pensamiento concreto al pensamiento abstracto, después de los 6 o 7 años de vida. Obviamente esto no está determinado solo por la capacidad cerebral sino también por el manejo del lenguaje que permite identificar estructuras y entonación.

Si inicialmente alguien está aprendiendo otro idioma es poco probable que entienda una frase con doble sentido, o al menos así ha resultado para mi. Es por eso que no comprendo cuando, después de advertir que estoy aprendiendo inglés, al preguntar por algo, incluso escuelas de idiomas como la mía, la respuesta inicial es una broma en doble sentido. Muchas veces creo que me he equivocado y apenado doy marcha atrás para recibir luego la respuesta simple. Falta de sentido común.

Without competition there is no smile

Las leyes maltesas son proteccionistas, afirman que para que un extranjero pueda trabajar en la isla, debe demostrar que su trabajo no puede realizarlo alguno de sus ciudadanos. Resultado, un montón de personas que trabajan en atención al cliente en tiendas, bazares, medios de transporte, etcétera, con la perfecta actitud del sindicalista colombiano, poco servicio y cero sonrisa.

Safety is not about rightist o leftist

¿Hasta qué horas permanece abierta la residencia estudiantil? le pregunto a Charles, uno de los directores de la escuela. -All night? -Yes, all night. Lo único que no separa de la calle son unas escaleras de acceso, de modo que si alguien quiere entrar puede hacerlo a cualquier hora.

Eso me pone a pensar en Medellín, mi hermosa ciudad, en la que cada vez tenemos más rejas en los antejardines y más porteros en las unidades residenciales. Y no porque no hagan falta, sino porque la seguridad parece ser más que un tema de fuerza pero también de distribución de la riqueza. En Malta no hay igualdad pero la gente vive bien en general.

Everything is easier if you can trust

«No encuentro mi iPhone, creo que lo dejé en el restaurante», me comenta una compañera de la escuela de inglés. Preocupada va al restaurante donde efectivamente lo había dejado y lo recupera sin problema. Al día siguiente descubre que no tiene su tarjeta débito en la cartera. Antes de bloquearla decidimos ir a visitar la última tienda donde la usó. «Excuse me. I have a problem. I think last week leave here my debit card». De inmediato la dependiente saca la tarjeta del cajón junto a la registradora y se la entrega. El jefe les había dado instrucciones al respecto y no había tenido donde llamar para devolverla pues los datos eran de Polonia. ¿Será necesario aclarar que no fue usada?

Por supuesto que también roban y timan, el pasado fin de semana este hombre me vendió, en el hermoso mercado popular de Marsaxlokk, los pasteles más caros de mi vida, supongo que al reconocer mi acento y pronunciación de turista, pero generalmente las personas confían entre sí. Por ejemplo mi escuela de inglés la pago mensualmente, no tuve que pagarla en su totalidad desde antes de venir.

Prouds about a strawberry

Este fin de semana estuve en el Festival de la Fresa en Malta. Realmente nada del otro mundo. Creo que solo faltó el exceso de licor para igualar a las festividades típicas colombianas. Música, mercados populares y muchos productos hechos con fresa. Eso sí, también muchos turistas europeos degustando los postres y representaciones artísticas.

A diferencia de nosotros, los malteses se sienten orgullosos de todo lo que hacen y tienen y lo promocionan como una gran cosa. Nosotros en cambio muchas veces nos avergonzamos de lo que tenemos y no lo valoramos. Los hombres de negocios son admirados, no envidiados y amenazados. Los malteses saben que no tienen alternativa, o generan riqueza o su isla se hunde en el mar de la economía global.

The language is used to remain aloof

El título de este apartado hace referencia a que el lenguaje es el desentendimiento y la verdad es una idea que espero desarrollar con mayor claridad posteriormente. Pero no ha dejado de parecerme asombroso como los compañeros de estudio logramos hacernos entender con tan pocas palabras y de forma tan clara.

Me hace pensar en varias cosas, una en mis perros y su capacidad para interpretar mi lenguaje corporal y tono de voz, en Carl Jung, el famoso psicólogo alemán y su teoría del inconsciente colectivo, pero sobretodo en que al no tener muchos recursos linguísticos no tenemos la posibilidad de adornar lo que decimos o mentir fácilmente sobre ello.

Malta in numbers

Habitantes: 400.000
Automóviles: 320.000
Salario mínimo: €700
Templos católicos: 365
Extensión: 316 km2

Beautiful definitions

Cuando se carece de los significantes adecuados, los estudiantes de otra lengua nos vemos en la obligación de recurrir a la metáfora para transmitir el significado. Es así cómo me he encontrado con definiciones hermosas por su extrañeza y sencillez. A continuación algunas de ellas:
«Thirst: Is like hunger but of water». Sed: Es como tener hambre pero de agua.
«Search: The previous thing to find». Buscar: La cosa previa a encontrar.

We are chauvinists

Es sólo una sospecha que se ha ido acrecentando con el tiempo. Los colombianos somos chicaneros y nos da pena decir que no terminamos de inglés en Malta. Mis expectativas de entender el libro en inglés que me regalo mi amiga Karolina Zuluaga, se han diluyendo con el tiempo a medida que pasa el tiempo. Como buen tonto me consuelo con las historias de mis amigos que piensan lo mismo.

Muchos nos sentimos un poco frustrados pues venimos de muy lejos y queremos aprender rápidamente la lengua anglosajona. La verdad es que un idioma no se aprende en unos meses a menos que se tenga una afinidad especial para los idiomas o se cuente con una pedagogía adecuada, y la verdad es que ésta última deja mucho que desear en Malta. Fotocopias, ejercicios improvisados y gramática son la regla en las escuelas.

Ayer finalmente encontré una jovencita que me dijo que realmente sentía que su inglés estaba disparado con el poco tiempo que llevaba viviendo en la isla y estaba satisfecha con su nivel de inglés. Sentí envidia. “How long have you been here?” le pregunté. “How long? No, es que yo soy muy buena para leer pero no para hablar o escuchar”, me respondió.

Goodbye Malta

La próxima semana abandono esta pequeña isla en medio del Mar Mediterráneo. Llena de cielos azules y casas de piedra caliza. Donde se han asentado todas las culturas que cruzan entre Asia, África y Europa. Tal vez por eso el catolicismo de los malteses se parece más al anglicanismo. Conservadores pero pragmáticos. Si algo da dinero se hacen los de la vista gorda en aras de generar ingresos.

El gobierno maltés de hace años no tuvo reparo, al verse abandonado por la Bretaña, en aliarse con Muammar Gaddafi en Libia y por eso Paceville, su principal sitio de rumba, está lleno de clubes de streeptease (Gentelmen’s Clubs) a pesar de Malta que fue el penúltimo país en el mundo en aprobar el divorcio. Su pudor moral sigue ligado a la política aunque sólo para algunas cosas. Les dejó a continuación algunas maravillosas imágenes de esta excolonia de todos los imperios.